Página en blanco... (y negro)
domingo, 18 de noviembre de 2012
Autoretrato II
Una extraña luz se asoma por el precipicio del ventanal, serpentea como una liebre entre las espesas cortinas que cubren la habitación, se mueve ágil entre los húmedos rincones de las paredes como galgos detrás de su carnada, la veo venir tan repentina y deliciosa como un albatros directamente hacia mi pupila, milenios de navegación habrán chocado contra mi retina plagada de panteras. ¿No es acaso mi sombra la que nunca me habrá de abandonar? He quedado enceguecido y mis manos desesperadas buscan el tacto de los objetos que me rodean como si instintivamente acariciara la agonía de la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario